La Plaza de San Pedro es el "centro" de la ciudad de Roma.
Efectivamente, no está en el centro geométrico, pero es la referencia que tiene el viajero y más el peregrino.
La majestuosidad de las dimensiones de la plaza y de las columnas de Bernini, hacen que quien se halle allí dentro se sienta pequeño y atraído hacia la Basílica, teniendo la magnífica cúpula de Miguel Ángel siempre a la vista, parece ser una vía directa entre el suelo y el Cielo.