Venezia o Venecia, que me da igual. Sólo pretende ser una foto agradable, algo bonito, una imagen que te haga olvidar alguno de tus males o alguna de tus preocupaciones por un ratito y que si en otro momento quieres volver a volar, a evadirte, pues vuelves y sueñas un poco.
Eso es lo que sienten los pacientes de rehabilitación del Hospital Universitario de Guadalajara las dos horas que pasan haciendo ejercicios y en las magníficas manos de los fisioterapeutas.
A ellos, o mejor, a ellas (que casi todas son mujeres) quiero dedicarles esta foto. Por su trabajo profesional, entregado, de complicidad con el paciente y cariñoso (sobre todo con los mayores, que tanto lo necesitan). Ni un paciente se va sin haber mejorado.
Va por vosotros: celadores, auxiliares, fisioterapeutas, logopedas, alumnos. Un buen equipo.
Y son: Paqui, Teresa, Eliseo, Carmen, Mª Ángeles, Nines, Primi, Carmen, Elena, Manuel, Isabel, Bea, Laura; y sobre todo estas cuatro últimas: Mayte (la Súper que todo lo coordina), Mª Eugenia, Carmen y Ana.
Y también por Pilar, Matías, Emiliano y Liviu, pacientes que bien conocen de qué escribo; y David y Alejandro, alumnos con muy buena profesora.
Seguid así. Estamos en buenas manos.