Sí, del bullicio al olvido.
Es la Estación Internacional de Canfranc. Una estación de ferrocarril con mucha historia, con muchas historias, como otras; pero fue la joya de un proyecto de comunicación entre España y Francia a través de un túnel en los Pirineos.
Cada lado de la estación era de uno de los países. Los viajeros bajaban, cambiaban de andén atravesando la estación y cogían el otro tren.
Después, la Guerra Civil y un olvido, parece que intencionado por no convenir tener esa vía abierta al país vecino, obraron el inicio del deterioro que se consolidó en años sucesivos y el túnel cerrado.
En los últimos años se está llevando a cabo la rehabilitación de este magnífico edificio de estilo modernista y art déco que fue lugar de paso de republicanos huidos de España, judíos, espías y oro nazi.
¿Hubo o no hubo historias?