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Sábado por la mañana, son las diez más o menos.
Luce el sol. Es un sol que invita a salir alegremente: el viernes a las cinco y media estaba nublado y sólo había 4ºC, así que hoy se nos antoja que hace bueno. Salimos del hotel y lo primero que notamos es una bofetada de ese viento praguense, seco y cortante, que sólo se siente en el centro del continente.
Hay calma en la ciudad, la misma calma de siempre. Un silencio especial lo envuelve todo, una especie de sonido sordo: se diría que si cayese al suelo una moneda, se oiría en el otro extremo de la calle.
Los únicos que se atreven a perturbar la tranquilidad son los tranvías que van y vienen y tampoco son muy escandalosos...
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5 comentarios:
Enhorabuena.
Trasmite lo que buscabas, ese silencio especial.
Un beso
Es que comentar una foto es un poco dificil a veces, transmite sensaciones que no se pueden trasladar a palabras con rapidez...te diria que, además del silencio de los dias no laborables y el ajetreo de los tranvias, ese contraste de la sombra y el sol que sólo tienen las mañanas a primeras horas,.... y el frio que casi casi sale de la pantalla es lo que me hace sentir esta mirada hacia una calle de Praga...
un besin
tere
Me encanta tu argumento y la foto muy bonita!!! Estas hecho todo un artista, el cambio de plantilla muy chulo!! Como has hecho para dejarlo tan espacioso sin plantilla detras?? me gusta el estilo!!!
Hace tiempo que quiero ir a Praga, aunque en verano (soy demasiado friolera como para probar ese viento centroeuropeo)
Voy a echarle un vistazo a tus fotos para motivarme.
Su, Tere, Laura, Mar:
Voy a contestaros a las cuatro (magníficas) a la vez.
No os podéis imaginar cómo era: podía estar la calle llena de gente (no la de la foto, sino una peatonal más estrecha que recuerdo ahora) y, sin que nadie anduviese cohibido, las conversaciones eran, inusualmente para nosotros, en un volumen de voz más que moderado.
En esas calles podíamos encontrar algunos vehículos de reparto, de recogida de basuras (no camiones, sino pequeñas furgonetas) y ninguno de ellos increpaban a los peatones con la bocina o acelerones, casi, si no lo veías, te costaba darte cuenta de su presencia.
Se me ocurre que el silencio pudiera ser por quedar congeladas las palabras...
El texto que acompaña a la foto, además de poner la nota literaria, se cumplió al pie de la letra, no me he inventado nada. De hecho la foto de mi perfil, con el gorro, me la hice allí. ¡Íbamos forrados!
Yo soy muy de mi tierra castellana y me gustan los inviernos fríos y los veranos calurosos por lo que fuimos predispuestos a las temperaturas bajas y bien equipados (también soy friolero, pero tapándome...).
Sí, en verano es más cómodo por no llevar abrigos y el calor no será tanto como en la Península, pero me alegro infinitamente (¡jo, me he pasado!) de haber ido en "primavera", que ya lo era, porque se ve la ciudad diferente. A mi me gusta sentir el latido de la ciudad por la que paseo, ver la gente, el tráfico, la vida en definitiva y, por supuesto, que no es igual ninguna localidad, ya sea grande o pequeña, en todas las épocas del año.
Gracias a las cuatro haber sentido, aunque sólo haya sido un momento, lo mismo que yo cuando estuve allí, o cuando miro esta u otras de las imágenes que me traje. Por algo digo que sois magníficas.
Cuatro gordos besos.
P.D.: Laura, Mar, mandadme una dirección de correo a la mía que aparece en mi perfil.
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