Había llovido durante el día y la noche estaba tranquila. Presagio del buen día siguiente.
Era la del 12 de octubre pasado. Aprovechamos los días de fiesta para escaparnos a una casita rural, concretamente la de "El Cárabo" en Valverde de los Arroyos, y pasar un fin de semana largo.
Una maravilla. Una casita de una planta con todo lo necesario, limpia, amplia, acogedora y con jacuzzi y chimenea...¿qué más se puede pedir?
No hace falta pedir, te lo dan de serie: la atención de Mábel y Ramón, el bizcocho de Soledad. Vamos, que repetiremos.
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