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Ésta es la torre que os enseñé. Majestuosa, preside la plaza.
Uno de los atractivos que tiene esta bonita ciudad es poder dar un paseo por sus calles y plazas en coche de caballo, uno.
Además de lo agradable que es para los pasajeros, su presencia ambienta aún más, si cabe, la arquitectura y nos lleva a tiempos pasados, igual que ocurre en tantas otras ciudades como Sevilla, Salzburgo o Brujas.
Pasear por la Gran Place de Bruselas es siempre agradable. Nadie tiene prisa, nadie molesta, nadie es de allí y nadie es extranjero. Da igual.
Te sientes pequeño entre edificios no muy altos, excepto el ayuntamiento con su imponente torre, y a la vez tienes la sensación de estar solo, de disfrutarlo todo en exclusiva.
Será la grandeza de la Historia...
Imponente y majestuosa. Visible desde casi cualquier lugar de la ciudad. Si te pierdes, no te preocupes, búscala y se acaba el problema.