Rafa es luthier.
Se formó en Cremona, Italia, una localidad de gran tradición en la luthería con reconocido prestigio, y París. Pasando por sus manos importantes instrumentos hitóricos de incalculable valor.
De
su taller han salido instrumentos que son tañidos por prestigiosos
intérpretes y a él han llegado joyas de siglos pasados en mejor o peor
estado de conservación para su restauración. Rafa goza del reconocimiento de los más importantes luthieres a nivel internacional, así como entre los instrumentistas que le quitan de las manos sus ceaciones. Un "Montemayor" en un seguro de calidad.
Es su taller un lugar íntimo y cálido, lo da la madera, y en él se encuentra a gusto, se nota. Así es mi amigo Rafa, discreto y afable. Tal para cual.
Rafa es músico primero, como ha de ser, su instrumento es el violín y es capaz de hacer sonar cuatro maderas convenientemente trabajada y dispuestas. Tarea nada fácil si tenemos en cuenta que no se puede probar el instrumento a medio hacer, hay que terminarlo.
Talla las maderas con sus manos, nada de maquinaria, hundiendo la gubia con maestría y precisión hasta conseguir la curvatura adecuada. Después unos golpecitos en la tabla le sirven para saber cómo sonará el instrumento. Manos y oído son sus armas.
Si esto no es Arte...
Arte que termina sonando.
En la foto Rafa está dando un repaso a un violoncello, en este caso se trata del de Patricia, mi hija. Está en buenas manos, para mi, las mejores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario