Este año también pudimos disfrutar de las "perseidas" o "lágrimas de San Lorenzo".
Allá nos fuimos, cámara y trípode en ristre, con la sana intención de traernos a casa alguna.
Verlas, vimos bastantes y algunas fueros espectaculares, pero cazarlas es otro tema.
Aquí os muestro una que tuvo a bien pasar cuando mi cámara estaba registrando el bonito cielo de aquella noche de luna nueva.
Se ve a la derecha de Dubhe, la estrella superior trasera del "carro" de la Osa Mayor.
A los girasoles los pillamos dormidos...
Es mejor verla con poca luz de ambiente.
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