SONETO DE LA SIDRA
Sidra, bendita seas, ora en chorros aurinos
de las botellas saltes a vasos cristalinos,
ora a tarreñas rudas de metales cetrinos,
ora a los frescos labios de Nidia purpurinos.
Bendita sea tu espuma, cual mexar de angelinos
de dulce y rumorosa; benditos gorgorinos
que de la voz de Nidia humedecéis los trinos.
Benditas las manzanas y sus jugos divinos.
Bendita sea la sidra, pues que a la gaita dota
de vibraciones celtas y da al cantor la nota.
Bendito el ijujú que a su conjuro brota.
Bendito viaje, neña, al que al astur bebida
tu cuerpo todo sed a mi salud convida;
benditos su trayecto, su entrada y su salida.
Este poema lo encontré en el blog de Sonia San Román y me he permitido ponerlo en el mío.
Podemos verlo grabado en el suelo de las calles de Llanes mientras paseamos por esta bonita villa asturiana.
Esta va por Santi, un elegante escanciador.
3 comentarios:
Precioso blog, Alberto.
Me alegro de que el mío te haya sido de utilidad.
Un fuerte abrazo.
Que bueno tenerte de vuelta, se echaba de menos tu mirada fotográfica.
A ver si esto significa tambien recuperarte para la agrupación y podemos verte mas a menudo en las actividades.
Un besote
Sonia:
Bienvenida. Espero que disfrutases y vuelvas a hacerlo la próxima vez que me visites.
Vuelve, pronto habrá más.
Mausba:
Organización, sólo hace falta organización.
Yo también echo de menos nuestro mundillo.
Nos veremos.
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